La ubicación geográfica aproximada de este monte es de 1.822
metros, en cuya cima concluyen tres Comunidades Autónomas: Madrid, Ávila y Segovia. Un pico frontera que protagoniza muchísimas rutas senderistas, fundamentalmente de la Comunidad de Madrid, o al menos con salida en el Alto del León
que separa Madrid de Castilla y León. La cima de Cabeza Líjar tiene una
marcadísima personalidad propia en la medida que resulta inconfundible
por el búnker de la Guerra Civil transformado en refugio y coronado por
un mirador. La ruta se extenderá durante unas cuatro horas a un paso
medio y con paraditas. La longitud: sobre los 10 kilómetros, más o
menos circular.
Según Wikipedia: Cabeza Líjar o Cabeza Lijar es una montaña de la Sierra de Guadarrama en el Sistema Central, cadena que recorre de este a oeste el centro de la península Ibérica, se ubica entre las provincias españolas de Ávila, Madrid y Segovia. Tiene una altitud de 1822,80 metros sobre el nivel del mar.
Su situación hace que de esta manera la mitad este de Cabeza Líjar
está dentro de la Comunidad de Madrid, el cuarto noroeste en la
provincia segoviana y el cuarto suroeste en la abulense. Su cumbre está
coronada por un búnker de la guerra civil española reconvertido en refugio y mirador, al lado del mismo se ubica un vértice geodésico de primer orden.
El puerto de Guadarrama ha sido paso natural de la Sierra y por tanto un
lugar estratégico a lo largo de la historia de España. No en vano
durante la Edad Media fue frontera entre reinos cristiano s y
musulmanes; en el siglo XIX paso de las tropas napoleónicas y en la
Guerra Civil paso ferroviario y de carretera entre las dos Castillas. A
lo largo de la ruta encontraremos cuatro edificaciones: el puesto de
mando en la carretera de Pegueritos; en el Cerro de la Gamonosa dos
fortines y en Cabeza de Lijar un puesto de observación y un fortín.
La dureza de los caminos, el clima extremo, los bandoleros y los
animales salvajes hacían del paso por la Sierra una aventura peligrosa. A
pesar de ello, la Sierra era atravesada por comerciantes, viajeros y
pastores. Todo esto cambió a finales del siglo XIX gracias a grupos con
carácter científico y educativo que pusieron interés en descubrir la
Sierra de Guadarrama. Su latitud favorece la existencia de una variada
vegetación que alberga una no menos fauna en la que podemos disfrutar
tanto de mamíferos, zorros y jabalíes como de aves rapaces, entre las
que destacamos los buitres leonados y los buitres negros.
La Sierra de Guadarrama es un conjunto formado mayoritariamente por
bloques graníticos y gneis, que se extienden desde el puerto de
Somosierra hasta el valle del Alberche.La dureza de estas rocas no
impide su erosión. El agua de lluvia es acumulada en las grietas
naturales de las rocas donde se congela aumentando su volumen y
provocando un efecto de cuña sobre la roca partiéndola poco a poco.Los
líquenes y los musgos eligen estas grietas para colonizar las rocas. Al
aumentar la grieta cada invierno, la tierra que se deposita en ella
permite raíces más hondas que atraen a organismos como lombrices,
hormigas.
En el silgo XIX, a finales, un grupo de alemanes afincados en Madrid y
aficionados al montañismo comenzaron a practicarlo en esta zona. Pasó de
deporte extravagante a convertirse en un proyecto educativo de la
Institución Libre de Enseñanza que comienza a organizar excursiones a la
Sierra. Ambos grupos coincidirán en las fondas y en la Cartuja del
Paular, surgiendo Los Doce Amigos de Peñalara, origen de la Sociedad
Española de Alpinismo de Guadarrama.